Maravillado por lo que sucedía todas las noches, y sobre todo por las peliculas de dibujos de la super ocho, empezó a encontrar increiblemente hipnotizadora la televisión.
Alejando la mente de toda su familia era capaz de pasar horas y horas mirando la caja tonta a la espera de que salieran más dibujos que le alegraran la vista. Sin entender de números ni horas, como un reloj, ya sabía perfectamente cuando en la tele ponían sus programas favoritos, donde siempre destacaban las series "El Bosque de Tallac" y "El Osito Misha".
Viendo la vida como si de un dibujo animado se tratara, empezó a saber disfrutar de un mundo paralelo donde se alejaba cuando le daba la gana, por lo que no era raro verle siempre con una sonrisa de oreja a oreja o tarareando, por no decir cantando fatal, multitud de canciones tanto de sus series como de anuncios.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Hipnotizado
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5 comentarios:
Joaquín el cantarín o el morros deberíamos llamarlo?
Llamalé como quieras.
:)
claro que tenia que evadirse de su mundo, si en el nadie lo pelaba... yo nunca vi esas caricaturas (y mira que era rete caricuresca).
Sé de uno (que no fui yo) que se levantaba a las seis de la mañana y se tragaba la carta de ajuste sólo para ver comenzar sus dibujos favoritos (y hablamos de un crio de seis años).
A mí me gustaban, pero no tanto. Yo siempre fui perro callejero.
Un saludo,
No se porque toda la historia de joaquin me deja con un sabor de tristeza, pero algo dentro de mi me dice que no es asi...impaciente por saber más, me tienes siempre en la orilla de la silla, en serio, y si la TV es...como bien tu lo dices hipnotizante!
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