A la salida del cole su mama iba a recogerle, al igual que las madres de la mayoría del resto de compañeros. En clase Joaquín casi no se relacionaba con nadie. Jugaba con los trastos del armario, aprendía canciones y también miraba a la maestra cuando los ponía frente a la pizarra.
Un día, en un parque junto a la escuela, su mama que estaba hablando con otra mama.
- Joaquín, este es Fulanito, dijo señalando al hijo de su amiga que a su vez era compañero de su clase, y es tu amigo.
Los dos juntos se fueron corriendo y riendo hacia los columpios. Ya tenía su primer amigo.
viernes, 14 de septiembre de 2007
Despreocupación
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4 comentarios:
¡Eso!, ya era tiempo.
Y me da a mi que le va a durar mucho tiempo...
A mí alguna vez me vienen flashes de mi parvulario A... recuerdo carnaval (me disfracé de tigre, y mi mejor amiga de esa época de princesa), el entierro de la sardina en el patio del cole, y me recuerdo a mí misma haciendo algo con barro o plastelina... ¿un cenicero?
A ver si Joaquinito empieza a encontrar su lugar en el mundo...
un recuerdo que jamás se va a borrar de su memoria:
su primer amigo.
bonito tu post.
gracias por tu visita ♥
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