lunes, 1 de octubre de 2007

Juegos

Una vez acabados los berrinches por la desaparición de las maquinas de construcción, todo volvió a la normalidad.
En el cole se seguía jugando con lo del armario, al juego de las sillas ... y algo más.

Habían comprado un tobogán que se instalaba encima de una mesa, de esas muy amplias que tenían. Así que subiendo por una sillita se llegaba a la mesa donde la maestra les sentaba en el tobogán, luego se dejaban caer, como pesos muertos y terminaban en una colchoneta que frenaba totalmente la caida de los pequeños. Se lo pasaban bomba con ese artilugio, era como estar en el parque a la salida de las clases, lo único que cambiaba era la seguridad. Nada como un buen tobogán de plástico sobre una mesa de madera. Joaquín cuando lo piensa no recuerda exactamente quien estaba encima .. cuando se hundió el chiringuito.

4 comentarios:

Brie dijo...

Bueno, mientras no fuera él... :D a nuestro joaquinito, ni tocarlo, eh??

Gaby dijo...

Yo no sabia que existen toboganes que se pueden poner sobre mesas... Ya me imagino que golpes tan tremendos se han de haber dado esos niños.

raquel... dijo...

Joder, ya te digo. Teníais un tobogán en clase? Encima de una mesa? Con colchoneta debajo? Y la profe os dejaba? Vaya chollo de cole...

Saludos :-)

Bito dijo...

Ya lo veía venir... si la liaron con un cochecito cómo no iban a hacerlo con un tobogan que se colocaba sobre una mesa.

En fin.

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